viernes, 12 de diciembre de 2014

Habas frescas y setas con isla de arroz al azafrán

Estoy muy orgullosa de esta receta. Una receta que no tiene ná y lo tiene tó. Es una de esos platos que un vegano le da a esa gente que "come de todo" (ja!) y oye, ni se enteran de que no lleva chicha. 
No sé si me explico. Si una dice que va a cocinar vegano, los comensales en su cabeza normalmente ven una ensalada insípida o una comida aburrida que les dejará con ganas de comer un bocata de jamón de postre. Pero cuando prepares este plato a cualquiera ni siquiera tendrás que mencionar que no lleva carne, pescado ni huevos porque no se percatarán. Además, tiene esa contudencia y aroma de los platos caseros y sobre todo y ante todo el espíritu de lo que los anglófonos llaman "confort food", es decir, que nos transporta por el espacio-tiempo a lugares, personas y estados de nuestra infancia; a momentos en los que nos sentíamos seguros, arropados y despreocupados. Y es que la primera manera de conocer el mundo es a través de nuestro sentidos y esas sensaciones crearon nuestro particular e íntimo universo infantil. Si queréis retomar ese mundo de vez en cuando, preparad platos como este y disfrutad!



Ingredientes:
- 1 kg de habas frescas
- una buena cantidad de setas silvestres (unos 400gr. aproximadamente). Yo utilicé angula de monte y champiñones portobello pero irían genial boletus, níscalos o lepiotas pero lo ideal es utilizar setas locales, las que proliferen donde tú vivas.
- 1 cebolla grande a rodajas finas
- 4 dientes de ajo picadito (retirando previamente el brote central)
- 2-3 hojas de laurel
- agua mineral o de manantial (o filtrada)
- sal marina
- aceite de oliva virgen extra
- 2 vasos de arroz semiintegral
- una pizca de hebras de azafrán

Manos a la obra:
1) Sofreir en una olla ligeramente la cebolla y 3 dientes de ajo con una pizca de sal en un fondo de aceite
2) Añadir las habas, las setas (enteras si son pequeñas o fileteadas si son grandes)y el laurel. Darle unas vueltas, cubrir bien de agua y dejar hervir.
3) Bajar el fuego y dejar hacer
4) Mientras tanto, vamos haciendo el arroz: majamos un diente de ajo con azafrán en un mortero y lo sofreímos unos segundos en un poco de aceite en un cazo. Agregamos el arroz, le damos unas vueltas y añadimos 4 vasos de agua. Cuando hierva, bajamos el fuego.
5) Las habas las salamos cuando empiecen a estar tiernas. Si se consume el agua, le añadimos más, siempre fría. El arroz también es mejor salarlo en los últimos minutos. Estará listo cuando se haya "bebido" toda el agua.
6) Se puede servir dando forma al arroz con la ayuda de una taza y después sirviendo las habas alrededor.
Te recomiendo completar la comida con algo verde y crudo o poco cocinado (al vapor o escaldado) para aportar frescor y textura crujiente.
Y LO QUE TODXS SABÉIS...EL PLATO DE CUCHARA, MAÑANA SABE MEJOR

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